A los 6,7 años el niño entra en la escuela, pasamos el periodo de libre fantasía, propio del jardín de infancia, para comenzar la etapa de la representación, el aprendizaje más formal y conceptual, su memoria se expande. El niño se interesa por el mundo y quiere aprender, y el maestro va a ser quien le guíe.

Pero… ¿Cómo logar que el niño aprenda?
Presentando el aprendizaje de una forma viva y artística:
Es importante que la enseñanza no vaya dirigida de manera exclusiva al intelecto, sino a la persona en su globalidad, así activamos el sentir y la voluntad para que el aprendizaje llegue de una forma armonizada y significativa en el niño.


Para ello la enseñanza se articula de forma artística empleando múltiples canales para llegar al alumno: corporal, pictórico, rítmico-musical, narrativo, social, natural, etc. El maestro impregna sus clases de forma artística y de ritmo, intentando sorprender día tras día a sus alumnos. Logrando así, que los niños amen lo que aprenden.


“La capacidad de asombro es algo innato en los niños, debemos fomentarla”